28 ene 2014

COSAS DE LA MENTE

El otro día en la clase de respiración se hablo de mente, consciencia, emociones,...
Me dio la impresión de que son conceptos que creemos conocer pero que al reflexionamos sobre ellos confundimos o no acertamos a diferenciar.
Eso mismo sucedió cuando comencé las clases de meditación, se hablaba de la mente, la consciencia, la observación, la aceptación,...
Todos estos conceptos por separado se podría explicar con mayor o menor claridad pero cuando se combinan entre ellos y salen a relucir entre otros el ego y el superego, puede ser bastante confuso.
La educación según el patrón social en el que se desarrolle una persona, sus experiencias en las primeras fases del crecimiento y las vivencias, forman los recuerdos y la base en la interpretación que utilizará el ego y que es con lo que nutre de información a la MENTE.
Con esta información, la mente nos hace comportar y pensar de cierta forma según un patrón determinado por la interpretación de todo lo adquirido.
Todo esto se hace de forma automática, uno no es consciente.
Habitualmente no nos cuestionamos porque actuamos de cierta forma ante determinados estímulos, lo hace la mente, y lo hace como protección o para satisfacer del ego.
La forma como cada uno percibe la muerte, el sexo, las relaciones personales y con uno mismo las dicta la mente.

¿Porque discuto con alguien sobre un tema absurdo? ¿Porque me siento mal conmigo mismo? ¿Porque no supero la pérdida de un ser querido? ¿Porque gritamos en un embotellamiento? ¿Porque somos vanidosos, envidiosos, tímidos, dominantes,..?

La mente es la parte de la psique donde tienen lugar los procesos del pensamiento y de la conciencia. Por tanto, no es una sustancia sino un fenómeno. Como tal fenómeno no se produce en la materia sino en la energía; o lo que es lo mismo, es una forma que adopta la energía vital, o, más propiamente dicho, es simplemente “energía mental”. 

Como toda energía su función es producir un trabajo, y en el caso de la mente el trabajo es el pensamiento. Luego la mente es la fuerza que mueve nuestros pensamientos.

Todo esto sucede porque habitualmente no somos conscientes de lo que nos está pasando. La mente, en base a la interpretación de las experiencias o conocimientos adquiridos nos hace reaccionar de una u otra manera.
Y si de forma casual, inducida, por un suceso, entra en funcionamiento la consciencia. ¿que sucede?
Imagina que estás haciendo algo que no quieres hacer, que estas disgustados, triste; y desde esta sensación, te imaginas saliendo de ti y observándote desde la nuca como lo haría un extraño, observando sin juzgar; y esto es importante, observando que nos pasa y porque nos pasa.
Siendo consciente de ello podemos llegar a conclusiones que la mente no rebela, comprender porque nos enfadamos con X sin motivo o el porqué de esa angustia por el resultado de una reunión que tendremos pasado mañana.

La mente, al estar nutrida de recuerdos, funciona sobre el pasado, poniendo trampas de seguridad y protegiéndonos con su particular instinto de supervivencia de los sufrimientos que pueda acarrear el futuro.
La consecuencia es que no vivimos el presente, no somos conscientes de nuestra vida presente.

Un ejemplo, me enfado con mi hija porque se fue de casa sin recoger los platos de la mesa.
La regaño y vuelco en ella mi frustración por otra cosa ajena, ella grita y los dos nos enfadamos. Me siento mal y durante rato y trato le doy vueltas al tema, y puede que hasta me enfade mas, y piense en bucle sobre lo que le diré cuando la vea, como la castigaré...
Si me miro desde fuera, desde la conciencia de quien observa, tendré la posibilidad de darme cuenta de que me siento mal, de que ella no lo hizo queriendo, que descargue mi ira en ella, de que gritando y con mala cara no soluciono nada. Y en este estado de consciencia puedo respirar, calmar mi espíritu y cuando vuelva darle un beso y solucionarlo de otra manera.

Es fin de semana, el lunes tengo que solucionar algo ¿qué lógica tiene estar preocupado todo el domingo por algo que todavía no ha sucedido?
Es la mente la que nos condiciona con todo tipo de miedos, a la soledad, al fracaso, al rechazo, al silencio, ridículo, ...
Siendo conscientes podemos superar estas limitaciones que pone la mente para protegernos de lo que considera peligros, agresiones, carencias,...

El hecho más patente es que la mente, anclada en el pasado nos impide vivir en el presente por miedo al futuro.

Cuando se produce la perdida de alguien, es tanto el dolor que se manifiestas en ansia con un dolor en el pecho que impide respirar, sentimiento de culpa, miedo al futuro, desolación.
Todo esto lo provoca la mente para protegernos de nuestra fragilidad, miedo a la soledad, al futuro, al desconocimiento.

En todos estos casos, la observación consciente de los sentimientos y sensaciones que experimentamos sin ningún tipo de juicio, con aceptación, simple observación, hacen desaparecer a la mente. Donde hay consciencia no hay mente, se corta el flujo de imágenes y pensamientos.

Básicamente esto que cuento son las ideas que mas o menos ordenadas voy teniendo del taller de meditación al que asisto.
Comencé en octubre del pasado año y he de decir que se aprende, se cambia, se entiende y da claves para entender como funcionamos, que nos pasa. Es una forma de tener conocimiento y claves para dar solución a conflictos internos que causan malestar en el alma.
Por mi experiencia después de la pérdida de mi mujer en accidente de tráfico, a cualquier persona que le interese, mi sincero consejo es que lo pruebe, puede dejarle indiferente pero nunca perjudicarle.


Un libro que recomiendoes "El Poder del Ahora" de Eckart Tolle

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