24 may 2016

LA FRAGILIDAD DEL SER

Quizás fué el silencio, el momento, la quietud, la luz difusa, no recuerdo el origen del pensamiento, o que me llevó hasta él, recuerdo eso sí, que estaba sentado al borde de la cama, con la luz de la mesita de noche iluminando un circulo cercano, y miraba a ninguna parte.
Como todo lo que acontece, fué en un instante cuando tuve la idea de lo efímero de Ser. Lo sentí en un momento. Pensé, aquí estás con tus cosas, tu casa, tu trabajo, tu hija; con todos esos tus que un día dejarían de ser. Hasta decir mi hija no era cierto. Recordé que hacía mucho ya había pensado que lo mejor que podía hacer por ella sería darle información de cómo era la vida que le esperaba, un kit básico de supervivencia.
Y fué quizás entonces cuando sentí que en realidad apenas tenía nada, que lo que me rodeaba, estaba ahí porque un dia fué comprado, tomado, obtenido,..., pensé que conocía a gente y que de alguna me sentía amigo, pero en verdad no tenía amigos, estaban porque ellos así lo querían, de la misma forma que yo estaba para ellos porque yo lo quería.
De sencillo parece estúpido decirlo pero, ¿en que momento uno se da cuenta de que no se tiene, se da, y no se busca, se encuentra?
Se lo contaba a mi compañera de caminos sin encontrar la palabra apropiada que describiera cómo me sentía, y surgió, entre los dos  ¡Frágil! 
Esa era la palabra, me sentía frágil, frente ante mi vida, sabedor de lo efímero y lo fácil que es dejar de existir, afortunado observador tranquilo de que nada es eterno e iniciado a dejar de tener apego. Y ahora me digo que quizás por ese no tener apego mejor dar lo que uno tiene, darse uno, Amor lo llaman; y uno cree saber que es eso, pero tanto se ha mal usado que no es fácil comprenderlo.
Sea lo que sea, nada al final uno se lleva, ¿para que sufrir por ello?  ¿me explico?

No hay comentarios:

CAUSAS Y EFECTOS

Vivimos centrados en el mundo de circunstancias y la mayoría de las causas nos pasan inadvertidas para nuestros ojos no entrenados. Así resp...