
subidos en los rescoldos del último incendio.
Aplicamos intenciones y voluntades
queriendo enfriar el fuego
que nos consume por dentro.
Si por descuido,
si por una grieta del pasado latente se cuela un mal viento,
el tizón se aviva en un breve instante
y como el hierro candente,
irá dejando una marca constante
en la carne dolida.
Es entonces cuando me ves llorar,
queriendo apagar con lágrimas
mi dolor solitario.
Foto ®Ricardo
2 comentarios:
Wow! Its too much!
Eso también pasa con las heridas, y con los amores ¿no? ahora entiendo. Y yo sin saber a quien echarle la culpa, al maldito viento.
me ha gustado... si, el maldito viento a veces azuza lo que no debe y yo me pregunto: a que Coj... vienen estos pensamientos ahora? será el viento...
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