Homenaje a Pepe Rubianes

Me he quedado clavado con la noticia, con la boca abierta y media gamba en el interior. Pepe Rubianes ha muerto.
Pepe, tan cercano, tan humilde que pese a no haber venido nunca a casa, siempre que íbamos a la suya, nos obsequiaba con algún monólogo, alguna parodia o discurso lleno de exabruptos. Humano hasta la médula, decía lo que pensaba sin pelos en la lengua. Lengua que le levó a tribunal superior de Justicia (o muy cerca) por expresar a viva voz sus opiniones acerca de los políticos y su afán de hacer de España una bandera particular.
Sus historias de cuando viajó a cuba, cuando nos contaba cómo nació, la pérdida de su abuela, de cuando fue camarero de un bar de tapas en Sevilla, … historias que nunca sabremos si fueron reales pero querremos pensar que sí.
Una abrazo querido Pepe, y mientras nos esperas para tu próxima función tómate algo que lo tienes pagado.
Gracias y hasta…