A las siete de la mañana con el olor a café y viendo un prado por la ventana he cambiado zapatos por botas, cartera por mochila, móvil por brújula. Le he dado un giro a mi rutina.
¿a que huele el verde? ¿y las piedras de un glaciar? ¿que hay detrás del horizonte?
El verde huele a libertad, las piedras al esfuerzo que me lleva a una cima y donde se pierde mi vista la curiosidad que me empuja a caminar hasta la siguiente atalaya.
Un fuego, costillas de cordero una bota de vino recio y queso del Valle del Roncal.
Mañana de nuevo me levantaré oliendo el café y calzandome las botas volveré a subir por otro valle para ver que hay detrás de otro horizonte.
Mañana de nuevo me levantaré oliendo el café y calzandome las botas volveré a subir por otro valle para ver que hay detrás de otro horizonte.
5 comentarios:
Precioso dia,no???? que envidia..un muxu desde Euskadi,
ANA
ahivalaostia compadre, yo subiendo al Gorbea desde donde Cristo perdió el mechero, la zapatilla y el marca y tu ahi, a la buena vida!
Lo mejor de todo es que ahi perdido, todo lo que nos emporcula no existe.
Ya os digo... pero cuando se dice que lo bueno y breve, dos veces bueno, se me escapa la risa. Menuda gilipollez.
Mejor si durara 40 dias.
Un dia de estos me acerco a euskidi y nos hacemos unso 3miles ¿que no hay? Da lo mismo para eso somos de Bilbao. JAAAAAAAAAAAAAAAA....
Ana un muxu, ano... un saludo :-)
habia ochomiles, pero se rinden a nuestros pies, cada vez que pisamos se hunden un poco.
Lo de "lo bueno si breve dos veces bueno"yo creo que es obra de un habitual de los gatillazos precoces, sino que me lo expliquen.
que paisajes más bonitos.... mmmm
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