Subía el pastor por el sendero hacia los altos pastos de la sierra. No iba solo, sus dos perros husmeaban a su antojo la vereda del camino adelantándose, atrasándose pero siempre sin perder de vista al pastor. Llegaron a un prado donde una pareja de novios jugaban al bádminton cerca de una manta surtida de viandas, una maleta de mimbre para el picnic y las sillas plegables de último diseño.
- ¡Esteban, Estaban! dos perros ¿que hago?, parecen peligrosos.
Esteban les tiró dos piedras y estos huyeron a la protección del pastor.
- ¿Por qué les tiran piedras a mis perros, han hecho algo?
- Oye tu -dijo Esteban-, los perros tienen que ir atados y con bozal. ¿o es que quieres que te denuncie?
El pastor sin inmutarse silbó y los dos canes se apresuraron a volver al lado de su amo.
- Descuiden son mansos y solo querían jugar.
- ¡Hay Esteban que susto que me han dado los chuchos! llama a ICONA, a ADENA o al 112 ¡ni en el campo se puede estar en paz..!
- Baaa.. Déjalo, ¿has visto como va? Pss... un pastor.
El pastor siguió su camino, llegó a los verdes prados de altura y con la ayuda de sus perros reunió al rebaño de 5000 ovejas.
Sin prisa y con una brizna de hierba en la boca y las manos en los bolsillos se encamino por el sendero camino del corral al fondo del valle.
Huelga decir que las 5000 ovejas y la nube de moscas que a modo de séquito y a razón de 100 por cabeza (hechar cuentas) pasaron por el improvisado campo de Badminton cagándose como solo ellas pueden y hacen. La manta se la comieron, se comieron la silla, las raquetas y la pluma de bádminton, la cesta de mimbre y los canapés de salmón, caviar, gambas y berberechos y otras fruslerías mientras Esteban y su novia subidos en lo alto de un roble con el brazo en alto primero buscado cobertura y después espantando una nube de moscas que los acribillaron a picotazos .
El pastor se alejó sin inmutarse, sin oír los gritos de socorro de aquellos niñatos. Con la brizna de hierba en su boca, y los auriculares del Ipod en sus orejas, bajó escuchando AC/DC y otros grupos de barrio.
- ¡Esteban, Estaban! dos perros ¿que hago?, parecen peligrosos.
Esteban les tiró dos piedras y estos huyeron a la protección del pastor.
- ¿Por qué les tiran piedras a mis perros, han hecho algo?
- Oye tu -dijo Esteban-, los perros tienen que ir atados y con bozal. ¿o es que quieres que te denuncie?
El pastor sin inmutarse silbó y los dos canes se apresuraron a volver al lado de su amo.
- Descuiden son mansos y solo querían jugar.
- ¡Hay Esteban que susto que me han dado los chuchos! llama a ICONA, a ADENA o al 112 ¡ni en el campo se puede estar en paz..!
- Baaa.. Déjalo, ¿has visto como va? Pss... un pastor.
El pastor siguió su camino, llegó a los verdes prados de altura y con la ayuda de sus perros reunió al rebaño de 5000 ovejas.
Sin prisa y con una brizna de hierba en la boca y las manos en los bolsillos se encamino por el sendero camino del corral al fondo del valle.
Huelga decir que las 5000 ovejas y la nube de moscas que a modo de séquito y a razón de 100 por cabeza (hechar cuentas) pasaron por el improvisado campo de Badminton cagándose como solo ellas pueden y hacen. La manta se la comieron, se comieron la silla, las raquetas y la pluma de bádminton, la cesta de mimbre y los canapés de salmón, caviar, gambas y berberechos y otras fruslerías mientras Esteban y su novia subidos en lo alto de un roble con el brazo en alto primero buscado cobertura y después espantando una nube de moscas que los acribillaron a picotazos .
El pastor se alejó sin inmutarse, sin oír los gritos de socorro de aquellos niñatos. Con la brizna de hierba en su boca, y los auriculares del Ipod en sus orejas, bajó escuchando AC/DC y otros grupos de barrio.
Colorín colorado este cuento se ha acabado.
2 comentarios:
¿Bádminton? Mira que eres rebuscado. Lo de AC/DC lo veo más normal.
Divertido cuento con moraleja.
Si, de verdad que me hiciste reir.
un abrazo!
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