Esperando

Ven conmigo sin maquillar tu pelo, que te sienta mujer de piel natural como la fruta que cayó del árbol, sugerente y risueña y con las curvas que marean mis manos y boca.

Vamos a tomar un café sobre la arena de la playa, a contarnos cosas infinitas mientras las olas nos mecen sin prisas a la luz del atardecer, hasta que tus ojos sean mas negros que la noche y tenga que verte con mis dedos.

Cuéntame, déjame que te cuente los secretos que guardo para ti susurrados al oído tan cerca de tus sentidos que la brisa no los pueda conocer y llevarlos a otros nidos.

He traído una pluma, no te engaño, para firmar donde quieras que te quiero desde ayer hace años, cuando me vi en tus ojos en la entrada de un cine de verano y por ser la última caja, compartimos palomitas y el roce de las de manos.

No me hagas esperar mas tiempo del preciso y trae un soplo de aire que ya casi no respiro esperando verte cruzar la calle de la caso donde vivo.