Hace unos días, en una visita comercial comencé a tomar notas para modificar un presupuesto que mas tarde tendría que volver a enviar, alguna mejora económica y añadir una opción de software, apuntes de los detalles que mas tarde me servirían de recordatorio. Es que como trabajo y tanto y visito a tanta gente me tengo que apuntar las cosas. Abrí la agenda y saqué el artilugio con el que habitualmente escribo; una estilográfica. En esta ocasión una Faber Castell con tinta marrón de Waterman, bonito color.
La doctora soltó una breve exclamación del tipo ¡oh! o algo así y dijo, eres de la poquísima gente que veo utilizar la pluma, me gusta; eso es que no me has visto en la cama pensé yo.
Si, me gusta, le encuentro un placer que no se da con el bolígrafo. ¿Quiere probar? le dije mirándola a los ojos. Quieres cogérmela pensé yo.
Se la tendí; me la cogió con cuidado y la movió de un lado a otro y de arriba abajo sobre una hoja en blanco. Gracias. Esto no suelo hacerlo pero... Ha sido muy amable, dijo.
En fin, si quiere con esta misma pluma puede firmar el pedido... dije con una medio sonrisa.
Unos segundos después ella también sonrió, Creo que esto ha sido lo que me ha acabado de convencer, me la dejas? Por este pedido y si me lo permite, se la regalo. Evidentemente no me la aceptó pero después de haberle instalado el equipo, yo me marché y ella se encontró un estuche de Faber Castell sobe su mesa.
Así somos los que escribimos con pluma, de otra pasta, particulares.
4 comentarios:
Efectivamente somos de otra pasta, sigo utilizando mi Parker negra de toda la vida y con tinta negra Pelikan...un relato entretenido y con algunas insinuaciones muy explicitas...
Buen fin de semana.
Saludos!
Hoy sábado todo son sorpresa, que yo trabaje, que me escriban un comentario temprano y que me digan que también escriben con estilográfica. Me alegro de saberlo. Cualquier dia de estos la entrada será escrita a mano, ya te digo.
Buen finde y buena semana.
Que te voy a decir que no sepas. Aparte de que a mi no me salen pedidos ni llevando la pluma
todo iba bien hasta el momento del pedido en que la ficción se apoderó de la historio o que te crees.
De todas formas insisto, me han de firmar un pedido con pluma.
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