Me he enterado que M.Vargas Llosa tumbó a Gabriel G. Márquez de un puñetazo a la salida de un cine, creo que fue en México. Desde entonces no han vuelto a cruzar palabra, por lo menos en público. Quizás clandestinamente durante un tiempo mantuvieron un cruce de cartas en las que con esa excelencia en el uso del lenguaje, composición, estructura, tiempo, etc, el nivel del insulto y la descalificación por si solas bien podrían merecer de nuevo un Nobel en literatura coloquial, quizás en alguna subseción entre la de literatura policíaca, cómica, de aventuras, erótica, infantil, y solo para adultos.
Cansado de lo políticamente correcto y de tanta máscara que solo oculta lo central pero deja ver los cuernos y el rabo, todo sería mas sencillo si los políticos y gente con relevancia social se desquitara en algún tipo de publicación expresando desde el fondo de sus entrañas lo que piensa de su adversario, contrincante, enemigo, jefe, falso amigo.
Vendría a ser como esa carta habitualmente anónima que alrededor del 99% de los asalariados; y quizás me quedo corto, querrían enviar a su jefe.
A modo de ejemplo y para que no se me mal interprete por exceso o por defecto, esto es lo que dentro de un margen bastante amplio y siempre dependiendo de la inquina hacia ese director o encargado vendría a ser una carta apolíticamente correcta.
Sr. Jefe/Encargado/Director
No querría que empezaran mis vacaciones sin expresar el profundo asco que me sacude cada vez que me da la mano. Independientemente de que no tenga reparo en hacer con sus mocos pelotillas delante de sus empleados y ocasionalmente en presencia de laguna persona con aspecto de secretari@, el tacto de su piel me repele. Seguramente no ha dado cuenta de que no sabe dar la mano, la aprieta y la sacude como una maraca en Rio de Janeiro. Me repugna cuando habla con la boca llena de paella, cuando mastica con la boca abierta como un mono, como lo hacia Copito de Nieve en sus mejores momentos.
Esa risa falsa y que a poco que se le conozco se ve a la legua cuan postiza es. Esas pupilas de serpiente que no dan mas calor que la de una figura de cera.
No querría que mal interpretara mis palabras por eso insisto en hacerle saber y dejar claro que sin un día me toca la primitiva lo suficiente como para jubilarme para el resto de mi vida no dudaré en subirme a la mesa de su despacho y cagarme encima de su escribanía de marroquinería toledana imitación de piel.
Si no le importa llegados a este punto creo que lo indicado es que nos tuteemos, espero que no te importe, ya son muchos años aguantando tus desplantes y tus miserias así que en la medida en que yo he soportado tus miserias y tus gilipolleces tu también tendrías que aceptar como un saludable ejercicio de interacción que te mande a tomar por culo hasta dentro de un mes.
Desde el respeto, que te den.
Si esto fuera así, si esto pudiera hacerse con elegancia y buen gusto, sin estridencias ni gritos, sin represalias y sin mentar a ningún familiar directo o indirecto, habrían menos infartos, ictus, venganzas, mala leche ulceras, depresiones, etc.
La gente sería mas libre y en consecuencia mas feliz.
Nota: No me hago en absoluto responsable de las consecuencias derivadas de el envío de una carta igual, similar o parecida a tu jefe, Encargado o Director. Si acaso espera a tu jubilación o a que te toque esa lotería.
Cansado de lo políticamente correcto y de tanta máscara que solo oculta lo central pero deja ver los cuernos y el rabo, todo sería mas sencillo si los políticos y gente con relevancia social se desquitara en algún tipo de publicación expresando desde el fondo de sus entrañas lo que piensa de su adversario, contrincante, enemigo, jefe, falso amigo.
Vendría a ser como esa carta habitualmente anónima que alrededor del 99% de los asalariados; y quizás me quedo corto, querrían enviar a su jefe.
A modo de ejemplo y para que no se me mal interprete por exceso o por defecto, esto es lo que dentro de un margen bastante amplio y siempre dependiendo de la inquina hacia ese director o encargado vendría a ser una carta apolíticamente correcta.
Sr. Jefe/Encargado/Director
No querría que empezaran mis vacaciones sin expresar el profundo asco que me sacude cada vez que me da la mano. Independientemente de que no tenga reparo en hacer con sus mocos pelotillas delante de sus empleados y ocasionalmente en presencia de laguna persona con aspecto de secretari@, el tacto de su piel me repele. Seguramente no ha dado cuenta de que no sabe dar la mano, la aprieta y la sacude como una maraca en Rio de Janeiro. Me repugna cuando habla con la boca llena de paella, cuando mastica con la boca abierta como un mono, como lo hacia Copito de Nieve en sus mejores momentos.
Esa risa falsa y que a poco que se le conozco se ve a la legua cuan postiza es. Esas pupilas de serpiente que no dan mas calor que la de una figura de cera.
No querría que mal interpretara mis palabras por eso insisto en hacerle saber y dejar claro que sin un día me toca la primitiva lo suficiente como para jubilarme para el resto de mi vida no dudaré en subirme a la mesa de su despacho y cagarme encima de su escribanía de marroquinería toledana imitación de piel.
Si no le importa llegados a este punto creo que lo indicado es que nos tuteemos, espero que no te importe, ya son muchos años aguantando tus desplantes y tus miserias así que en la medida en que yo he soportado tus miserias y tus gilipolleces tu también tendrías que aceptar como un saludable ejercicio de interacción que te mande a tomar por culo hasta dentro de un mes.
Desde el respeto, que te den.
Si esto fuera así, si esto pudiera hacerse con elegancia y buen gusto, sin estridencias ni gritos, sin represalias y sin mentar a ningún familiar directo o indirecto, habrían menos infartos, ictus, venganzas, mala leche ulceras, depresiones, etc.
La gente sería mas libre y en consecuencia mas feliz.
Nota: No me hago en absoluto responsable de las consecuencias derivadas de el envío de una carta igual, similar o parecida a tu jefe, Encargado o Director. Si acaso espera a tu jubilación o a que te toque esa lotería.
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