
En el año 1972, al doctor David Rosenhan llamó por teléfono a ocho amigos y les propuso formar parte de un extraño experimento. En los siguientes días, cada uno de ellos se dirigió a un hospital psiquiátrico en diferentes ciudades de los Estados Unidos y dio un nombre falso. Por lo demás, todos los datos que dieron a los médicos eran ciertos, salvo una pequeña respuesta:
-¿Por qué está usted aquí, señor? – preguntaban los doctores
-Oigo voces -respondían
-¿Voces? ¿Y qué dicen?
- ¡Zas! -respondieron todos.
Preocupado por los problemas de la Psiquiatría, la idea de Rosenhan era comprobar la fiabilidad de los diagnósticos psiquiátricos mediante la infiltración de un grupo de falsos pacientes. Sistemáticamente, y tal y como cuenta el blog Un barco más grande, todos sus amigos fueron diagnosticados de enfermedades psiquiátricas graves: esquizofrenia paranoide y psicosis maniacodepresiva, aunque su única respuesta anómala había sido aquel intrigante ¡Zas!.
Después de publicar su estudio en
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