6 oct 2008

Carta a Dios


Hola Dios,
supongo que estarás divinamente y espero que tengas tus motivos porque lo que es por tus hijos un poco de preocupación como padre yo por lo menos tendría. Resulta que esta mañana de domingo, como me he levantado temprano para salir con la bici a la montaña para disfrutar de tu obra, he puesto la tele y estaban dando un programa dedicado a ti. Palabra de señor se llama o algo así. Estaba hablando un personaje con subtítulo que decía: periodista y teólogo. Hablaba de las inquietudes del ser humano con la suficiencia y bondad de los que todo lo saben y para todo tiene respuesta y una de las frases que se me quedaron grabadas como un señal de atención fue la siguiente. - El hombre, en su búsqueda de la felicidad y de las respuestas a la incógnita del por qué estamos en este mundo debería recordar que todo está en la palabra del señor.
La inmensidad de esta revelación me sorprendió y empecé a pesar en tu palabra. Reconozco que no estoy versado en ella, probablemente porque no la he oído y carezco de la Fe que muchos pregonan, quizás porque me hago preguntas y no veo a que me lleva la Fe.
Me explico; yo lo que tengo son intuiciones, sospechas que más o menos se confirman y que están relacionadas con la conciencia del individuo tales como el amor, la solidaridad, la caridad, la amistad, etc. e intensos y fugaces sentimientos de bienestar interior; por eso me voy a la montaña para estar conmigo mismo lo mas lejos posible de todo lo demás. Piensa que siendo domingo, me cuesta un esfuerzo levantarme y un sacrificio pedalear para subir una pendiente de tierra bajo un sol de justicia en verano, frio en invierno y lluvia alguna que otra vez. Y cuando llego a lo más alto, no es por Fe, es por determinación, porque me lo he propuesto, porque para mí la meta es sentir que mi cuerpo y mi mente han hecho un esfuerzo consciente y premeditado. Hay quién dice que estoy como una chota pero son los menos.
Mira Dios, cuando aplico esta determinación en algo que yo puedo hacer sin intervención de terceros, sin que el éxito dependa de otra cosa que de mi determinación, me siento bien y en relajado por muy reventado, sudoroso, mojado o helado que esté. En cuanto a tu palabra y te lo digo desde el cariño, que quieres que te diga, no la he oído. He oído la de ese señor de la tele complacido de su Fe pero que en definitiva no me ha explicado nada más y lo que he leído es lo que han escrito personas como yo que en su día; creo, se pusieron a pensar más o menos como yo lo hago y que pasados los años otros re-escribieron y otros interpretaron y otros acondicionaron y todavía estamos en ello con los nuevos catecismos (no es broma, en el último ¡se justificada la pena de muerte, como te lo digo!), al final otros hicieron de todo esto normas y leyes y dictados para que los que a falta de determinación y objetivos tuvieran algo para seguir adelante con sus penas y sus alegrías.

No me malinterpretes pero creo que hay mucho listo por ahí que a falta de tu presencia; o gracias a ella, ha hecho de su palabra la suya y va adoctrinando al todo el que se le ponga por delante, por las buenas o por las malas. Que te voy a a contar a ti que tu no sepas. Así que perdona si sigo por mi camino pero voy a seguir intentando ser mejor persona para sentirme mejor conmigo mismo que bastante me cuesta y si de paso hago feliz a los que salen a mi paso; mejor que mejor. Un abrazo y si un día te da por venir a verme y explicarme algo en primera persona; o viene tu hijo, vigila como lo haces que yo para el tema de las apariciones soy muy miedoso.
Con cariño, un ser humano.

P.D. Te llamo Dios por una cuestión cultural y tradicional. Hay gentes que te llaman de otras maneras y que se meta cuchilladas y pegan tiros por ser tus mas fieles y verdaderos hijos.
Yo te llamaré así a menos que digas lo contrario o me encuentre con alguno de los del cuchillo y la pistola. Entonces te llamaré como toque en ese momento, da lo mismo.
En cualquier caso... tu eres yo y yo soy tu ¿o no?


1 comentario:

Anónimo dijo...

Es curioso, pero cuando nos hablan de alguien, bien o mal, por lo general preferimos conocerlo para hacernos nuestra propia idea. Pero Dios suele estar prejuzgado sin haberlo oido.
Y el problema es que los que hablan tan públicamente de Dios alzacuellos en ristre, en lugar de hablar de el, están más pendientes de acostarse con el presidente de turno para seguir chupando del frasco y tener su posición privilegiada, de usar a Dios como artilugio para controlar a las masas, como han hecho durante siglos.
Asi les va.

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