GUIA RAPIDA PARA MEDITACION.

Cómo meditar

La mediación es básicamente la consciencia del aquí y el ahora, un ejercicio metal para centrar la mente en un proceso, habitualmente el de la respiración, consciencia de la inspiración e la espiración con el fin de liberara la mente del bombardeo de imágenes y pensamientos que disturban la concentración de lo que uno hace en ese momento.  

Como todo, es un ejercicio repetitivo, algo que exige voluntad. Se puede empezar por un minuto una semana, siguiente dos, siguiente tres, y conseguir estar diez o mas minutos sin que la mente nos lleve a las trivialidades o preocupaciones que no pueden ser solucionadas en ese momento. No es fácil, se trata de perseverar. 

Tampoco es necesario adoptar una postura de loto dislocándose las rodillas y con los dedos pulgar e índice  formando un circulo.

Lo que sucede habitualmente es lo siguiente,

El primer día. Me siento al borde de la cama, o en una silla del comedor, posición cómoda, ojos cerrados. Comienza el ejercicio: concentrarse en la respiración. Espirar e inspirar. Espirar e inspirar.

Al poco observo como aparecen pensamientos

"Tengo que comprar papel del váter. Alba ha vuelto a dejar el rollo vacío y sin cambiar"

"Mierda. Concéntrate"

"Espirar. Inspirar. Espirar. Inspirar"

"Qué rica estaba la comida, mañana hago Salmorejo"

"Concéntrate"

"Espirar. Inspirar. Espirar. Inspirar"

"¿Cuál era la otra canción famosa de Georgie Dann que no era la Barbacoa?" 
"Ah, El Negro no Puede, mami".

"Concéntrate"

"Espirar. Inspirar... ¿Eso es la alarma? ¿Ya? ¿Acabó?"

Pero lo más gracioso no es que el segundo día que medité, el tercero, incluso el sexto y el séptimo fuesen muy parecidos a ese, lo más gracioso es que el ejercicio de la meditación es, irónicamente, eso mismo. La práctica de reconducir una y otra vez el hilo mental hacia donde yo quiero que esté es la meditación en sí. No tiene mucho más. 
Comenzar una y otra vez es la práctica en sí, no un problema que superar de modo que un día podamos alcanzar la meditación "real".

El objetivo es superar ese hilo mental interno, siempre presente, que está todo el día juzgando  y preocupándose por lo que podrá ser, por lo que ha sido, por lo que deseo que sea, pero nunca por lo que está siendo. Ahora. Ahora mismo.

Cuando pasas repetidamente por el proceso de redirigir el foco mental, la consciencia, a algo tan en el presente como es la respiración, es cuando se aprende poco a poco a estar en ese ahora. No hay nada mágico ni místico, es algo que se entrena de la misma manera que se entrena haciendo bicicleta. Sólo es cuestión de práctica y constancia.

Este ejercicio continuado no me asegura ser mejor, ser mas esto o lo otro, pero si darme cuenta de como funciono y de mis reacciones ante lo que me sucede, ser consciente de mis emociones y darme cuenta de lo que acontece. Y eso, cuando lo vas consiguiendo cambia cosas.