Un hecho inédito

Hoy, los vientos del destino me han llevado a realizar lo que no recuerdo haber hecho con toda seguridad en mi vida, poner lavadoras de ropa. No una o dos, cuatro. Y no ha sido locura transitoria lo que ha provocado esta acumulación de prendas. Se averio el motor de la lavadora y no centrifugaba la ropa lavada. Y, entre que avisamos a un técnico, vino en la fecha acordada, retiró el motor, se lo llevó a rebobinar, lo bobinó, lo trajo y montó y comprobó muy a su pesar y muy muchísimo mucho por parte del mío (el pesar) que el motor de la lavadora seguía sin centrifugar; 10 € por las molestias al técnico que se vio imposibilitado de repararlo. Lo podría cambiar pero para eso tenemos un Seguro que lo cubrirá, motor y mano de obra; pero primero tiene que venir claro está y eso no será hasta dentro de unos días y la cosa sigue y sigue, y que le vamos a hacer.
Y ahí estoy yo, con cuarenta y cuatro no hace mucho cumplidos poniendo cuatro lavadoras. El hecho en sí, no tiene ninguna importancia pero tiene esa particularidad de hacer pensar que cualquier suceso aislado es posible, en cualquier momento y lugar sin que podamos impedir que así sea; para bien o para mal el Efecto Mariposa.
Te dejo, me voy a navegar un rato por la red de redes en busca de alguna isla interesante donde descubrir curiosas ideas, imágenes o sonidos. Hasta pronto compañer@, y que el sol del horizonte sea visible en tu navegar. En cualquier caso un Norte. Siempre al Norte.

Capitan Ahab