Este es el Paco

Paco llega al gimnasio. Sus 110 kilos de puro músculo y grasa concentrados en 160 cm de alto por 190 cm de circunferencia, me hacen a un lado del pasillo. Es él, o yo. Lógicamente pasa el. Entra en la sala grande del gimnasio, hace calor. Paco que es previsor se ha puesto una cinta elástica de toalla con el escudo del Barça en la frente y una muñequera el doble de ancha en la muñeca que valga la redundancia, se llama muñequera.
Entra, y da dos pasos, se para y pasea una mirada al rededor observando la situación, que aparatos están libres y cuales de ellos pueden ser perjudiciales para su salud. Se sube los pantalones del chándal intentado tapar el inicio del canalillo del culo o los pelos que le bajan por la espalda o le suben del culo, no lo se; yo nunca lo he visto desnudo, ni nadie que yo conozca.
Lo intenta, estira de la goma elástica frontal y lo consigue a costa de tensar la ropa sobre el paquete o su zona sexual delantera. Generosa zona por cierto, que hay que ver que rara es la naturaleza a veces. Ya hay quien no sabe a donde mirar pero fracasa, la vista se le va, a todos se nos va; de la raja de su culo a sus huevos en función de si va o si viene.
Él, que lo sabe, se los sube que como hay hembra en mallas, pantalón corto o largo, se hace propaganda, se complace pensando en los deseos que provoca. El otro día a una señora le dio un ataque de risa y se desmayó. La señora llevaba media hora andando a 110 pasos por minuto, como los legionarios, que por eso están fuertes de piernas y son tan chulos. Cualquiera que ande a una frecuencia de 110 pasos por minuto se parece a un legionario, y si le acompaña una cabrá mas.
La señora bajaba de la cinta cuando entró Paco y se subió los pantalones, a la mujer le dio un ataque de risa, el aire se le colapsó en la garganta y el ja, ja ja no salió, total que se desmayó, dicen que fue un crisis de narcolepsia, seguramente, ya pasa. La narcolepsia es algo que nada tiene que ver con los narcóticos y si con la “capacidad” de quedarse completamente dormido en un estado de estres o algo así, es lo que he leído en el Muy Interesante.
Total que allí estampa Paco con sus NIKE UltraShine Light Climbing, unas verde fluor con el trazo en rojo, muelles en el talón y reflectantes en el empeine, cierre de cremallera e interior de CoolMax, lo último en zapatillas pero con calcetines negros de canalillo. Yo no se como no hay mas desmayos incluso sin padecer narcolepsia.
También sabe como se cogen las pesas y como se hacen los mejores movimientos para conseguir un cuerpo espléndido. Aunque el se las mire de lejos. Empezó de pequeño a ver películas de chinos, películas del Luchador Manco, Bruce Lee contra Chuck Norris en sus mejores tiempos. Hoy, de mayor, ve Yaky Chan y Estifen Sigal
A los diez minutos de comenzar a saltar, levantar brazos y piernas, flexionar, estirar y jadear, se va a tomar un Isostar. Se seca la frente con la muñequera de toalla del Barça y vuelta a saltar y jadear.
El monitor con buen criterio lo da por imposible.
Eso si, Paco con ojo crítico corregirá cualquier movimiento equivocado de sus compañeros de clase. Lo hará de una forma gráfica normalmente imposible de entender.
Los jueves solemos jugar un mini partidillo en media sala, a lo ancho del polideportivo. Tenemos las pelotas de goma que se les pinchan a las de gimnasia rítmica. Paco se pone de portero o de delantero. Tanto en una demarcación como en la otra, se queda estático a la espera de que le llegue la pelota para rematar la faena. Si la posición de Paco es de delantero, el único peligro es el que corre el portero y si no se anda con ojo, le colarán cada uno de los chutes que se dirijan a puerta o recibirá su correspondiente patada en los huevos y si no en la espinilla.
Es insoportable la puntería que tiene, casi no se mueve, cuando lo hace parece un pato pero chuta y la clava. Cubrirlo es suicida e inútil al 50% y se ve tan imprescindible que, hace de mister y coordina la colocación de los compañeros de equipo. También lleva la puntuación del marcador. Entre esto y sus goles siempre gana el equipo en el que esté.
Jadeante, sudado y satisfecho de la paliza que “no se ha dado” entra en el vestuario.Se mira en el espejo. Esconde barriga, saca pecho, levanta los brazos y los flexiona tensando los bíceps internos, externos y colaterales.
Aprieta los dientes y ciñe el entrecejo con cara de malo de película de serie B y con un estudiado giro de cabeza, levanta un brazo y se huele los sobacos, primero uno y después es otro.
De la bolsa de deporte de Barça regalo de La Caixa, saca su spray desodorante AXE, se rocía bien rociado, se vuelve a oler los sobacos e insatisfecho del resultado, se da una segunda capa y se viste la misma camiseta. Se pone los mismo calzoncillos reglamentarios del ejercito, esos de algodón blanco con una abertura en la parte frontal para mear sin bajárselos. A veces luce una sospechosas medallas amarillentas que no se yo…
Y haciendo alarde de estar de vuelta de todo, se mete los faldones de la camiseta por dentro de los calzoncillos.
Efectivamente el PACO está de vuelta de todo, es un tío sobrado y lo sabe.