Con la espalda dura como la madera
seca, astillada, crujiente
una marioneta perdida sin presente
me olvido ser, sin norte ni ente.
Llevaba unos días de intermitente sueño, con la espalda dura, tensa, el cuello agarrotado
¿por que? reconozco cuando es algo físico, cuando se me forma por horas de oficina y mala posición un nudo bajo el omóplato derecho, es recurrente, No era esta sensación. No, era stress, era que no me había dado cuenta pero me había caído a este río y me estaba dejando llevar desbocado en su corriente.
Todo es urgente, todo tiene que ser ya, todo a la vez, cumplir con todo, me falta tiempo.
¿cuanta veces lo he escuchado y lo he dicho? ¡es que no tengo tiempo, no llego a todo!
Ese es el problema, que pensamos que nos falta tiempo, pensamos que nos falta armario, que nos falta dinero, que el tiempo corre, ...
Y si tuvieramos mas tiempo, nos seguirá faltando, igual que llenaríamos otro armario y nos seguiría faltando.
Estaba en casa, estaba solo, había cenado y todavía tenia muchas cosa que hacer
¿de verdad eran tan importantes, apremiantes, urgentes, inaplazables, vitales e inexcusables?
Tengo ordenador, teléfono ¿inteligente?, tableta, GPS, reloj con internet de las cosas. No para ser mas libre, si no para ser mas dependiente.
Me senté en silencio a escuchar como respiraba, a sentir como el aire entraba y salia de mi cuerpo, su temperatura, su volumen en mi estómago. Me senté a no pensar, a no irme a ningún sitio fuera de ese momento.
Pasado un rato terminé con tres respiraciones sonoras, graves, profundas resonando en mi.
La tensión de mi espalda va desapareciendo, poco a poco a medida que yo también voy volviendo a sintonizar con mi pensamiento.
Hablaba con Ana de esto, de como en ocasiones nos olvidamos de quienes somos y que buscamos, hablamos de que algunas veces podemos llegar a olvidar que todo está por hacer, que no hay nada seguro ni acabado, que cada día es nuevo y está lleno de todo lo posible, desde encontrar una respuesta, hasta morir.
Olvidamos que el tiempo ni se gana ni se pierde, uno está ahí y hasta no hacer nada es importante cuando es su momento.
No tenia prisa en enviar esto, lo hago ahora que es un buen momento.
Tranquilamente, sin prisas, paseando.
Per a tot hi ha el moment oportú,
i un temps per a cada cosa en aquest món.
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Temps de néixer i temps de morir.
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Temps de néixer i temps de morir.
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Temps de plantar i temps d’arrencar la planta.
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Temps de matar i temps de guarir.
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Temps d’enrunar i temps de construir.
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Temps de plorar i temps de riure.
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Temps de lamentar-se i temps de ballar.
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Temps d’escampar les pedres i temps d’aplegar-les.
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Temps d’abraçar i temps de deixar-se d’abraçades.
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Temps d’adquirir i temps de perdre.
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Temps de guardar i temps de llençar.
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Temps d’esquinçar i temps de cosir.
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Temps de callar i temps de parlar.
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Temps d’estimar i temps d’odiar.
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Temps de guerra i temps de pau.
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