UN RATO DE FUNERAL

Esta mañana he estado en un funeral.
Cada uno entiende y vive estos actos a su manera, para mi han sido entrañable escuchar a la familia explicar cosas de su difunto. Básicamente aquello que más alegría y sonrisas les dejó.
En el tanatorio, algo común al hablar del sufrimiento del finado fue la suerte que tuvo con su final tan precipitado. Frases del tipo, mejor así que sufrir, es ley de vida, los siguientes nosotros, tenía una edad,... y sin darse cuenta la gente habla de la necesidad de una muerte digna. Pero ese es otro tema.
Para hablar de la vida no vale solo con estar vivo, eso no da mucho de lo que hablar; "estaba vivo y se murió". Si solo fuera eso, lo que queda es que naces, estás un rato ahí haciendo algo y luego te mueres.
Y es que hay gente así, viviendo el sueño de ser otro, esperando que suceda algo que les saque de lo que son, esperando la recompensa a una vida de..., a recibir algo merecido, porque se lo merecen y cosas, porque no se dan cuenta de que están vivos.
A mi me da que hablar de la muerte no es otra cosa que hablar de la vida, y la vida es aquello que hacemos y como lo hacemos.
Al final, cuando llega la muerte, ¿de que podemos hablar si no de la vida?. Pero eso solo lo pueden hacer los que se quedan. ¿Es importante que se diga, no lo es?. Hay quien da para escribir un libro, pero eso también solo le servirá a sus lectores, al protagonista solo le sirvió mientras estuvo vivo.
Sin ser muy listo, diría que lo único que uno puede hacer con un mínimo de inteligencia es aprovechar el tiempo que le queda; tiempo que no sabe cuanto es y eso es clave en este tema, y saborear cada paso. El miedo a la entrega, el sentido del ridículo, sentirse poco bueno para..., el que dirán,... son filtros opacos que no dejan mirar lo que hay detrás,...
Vivir es algo que se entrena y se estrena cada día, se realiza en todo momento y lleva toda la vida; y uno se muere y quiere mas porque se lo ha pasado bien. Porque si no te lo pasas bien, ¿para que estas aqui?, y si estas aquí porque no ponerse una sonrisa sincera y una palabra amable en la boca. Solo el amor nos salva del tedio y lo estéril.
En fin, aquí estoy con mi desayuno mientras hablo de la vida que hay antes de la muerte.
Holabuenosdias, talueg.